Tras el confinamiento por la pandemia del COVID-19 la situación de los lesionados y sus reclamaciones ha cambiado. El confinamiento obligó a interrumpir tratamientos presenciales y los centros de fisioterapia siguieron funcionando con recursos telemáticos, controlando el cumplimiento del plan de ejercicios propuestos.

Estas circunstancias inesperadas han resultado perjudiciales para los lesionados, ya que algunas aseguradoras no reconocen la rehabilitación domiciliaria realizada durante el confinamiento. 

 ¿Y qué decir de las secuelas? La mayoría de los peritos han tenido que cerrar los casos, pudiendo acceder a ellos sólo telemáticamente. Como consecuencia, las mediciones goniométricas o dinamométricas indispensables para determinar la función residual han sido muy complicadas de realizar.

Es por eso que el informe médico pericial se ha constituido en la pieza clave para el éxito de la reclamación tras sufrir lesiones como consecuencia de un accidente de tráfico o padecer una incapacidad laboral.

Como perito médico creo que debemos adaptarnos a la nueva realidad contando con las siguientes estrategias que nos permitan superar los problemas descritos y lograr un gran informe pericial que pueda sustentar una enfermedad: